martes, 2 de abril de 2019

Pequeñas dosis que el doctor Julio Gómez compartió  en el Aula Social:


El sufrimiento es un estado de malestar profundo, que se produce cuando
mi integridad o una parte de mi vida están amenazadas, y desaparece cuando
esta situación se arregla o la trascendemos y la superamos, transforma a la
persona y puede sacar lo mejor o lo peor de ella, según nos acerquemos la
sufrimiento.

Ayudar a otros nos pone en contacto con ellos, no somos inmunes al
sufrimiento, las emociones se contagian.
El sufrimiento forma parte de la condición humana, no podemos evitarlo,
pero si podemos acompañar a otros para facilitar el poder trascenderlo, que
vaya más allá, y descubra que esa persona es más que su sufrimiento.

La gran tarea es sostener al que sufre, el sufrimiento desgasta y asusta y nos
pone en situaciones límite personales, y lo único que se puede hacer es
permanecer a su lado.

¿Dónde está Dios en el dolor? ¿Qué experiencia de Dios descubro? ¿Quién
es Dios para mi?.
El modelo de acompañamiento es el apoyo compasivo, continuado y
comprometido, orientado a facilitar la aceptación del dolor, a trascenderlo,
a descubrir un nuevo estado de conciencia, la serenidad.

 No abandonemos  a nadie en el sufrimiento.

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