PINCELADAS
DE LA CONFERENCIA DE GABRIEL OTALORA
La historia confirma nuestro principal anhelo vital. Nos muestra el anhelo de plenitud
esperanzada, orientado hacia el más allá en casi todas las culturas, por
supuesto en todas las religiones.
La muerte desde la vida supone cuidar, pero de manera
integral .Lo primero
de todo: los cuidados paliativos que pertenecen a la esfera de los derechos del
paciente que exceden del curar médico.
El problema existencial de la muerte tiene su contrapunto en
nuestra condición de seres espirituales. Necesitamos que la vida tenga sentido, pero hay ofertas
deshumanizadoras y nos enfrentamos a las estrategias del descarte.
Jesús de Nazaret nos sigue dando con su ejemplo el sentido extraordinario
que tiene esta vida. Su actitud sanadora y de amor como el sentido pleno de la existencia, gracias
a su entrega radical que vence a la muerte: es la Buena Noticia del resucitado
que nos invita a seguirle desde el ejemplo, especialmente con quienes más
sufren para ser la mejor posibilidad de cada persona.
CONCLUSIÓN FINAL
Creo que el binomio
miedo-esperanza resume todo lo que concita el fenómeno de la muerte como una
parte de la vida. Es preciso elegirla manera de vivir aquello que nos toca o lo
que buscamos. A veces no hay opción en lo que viene, pero siempre es posible
elegir el cómo vivirlo. La realidad puede manifestarse en su versión más
descarnada o amable, pero la actitud que tomamos es cosa nuestra: el tiempo de
la transformación está aquí, en la actitud libremente elegida que conforma
nuestras conductas.
Resumiendo aún más: la
vida nos propone dos caminos: el del miedo o el del amor. Con la muerte como
referencia de la vida.





_page-0001%20(1).jpg)

